lunes, 19 de mayo de 2014

El origen del Planeta de los Simios

En el 2001, un Tim Burton hasta arriba de psicotrópicos (no le encuentro otra explicación) decidió dar un paso más en la franquicia El Planeta de los Simios comenzada en 1968. En lugar de subir un pasito, se cayó por el hueco de las escaleras. Timmy, ese tipo de películas no es lo tuyo (consejo de amiga). Salí del cine espantada, pues lo único que recuerdo de la película y que me gustó fue su escena final y como no quiero spoilear haced memoria o buscar en Youtube porque no os voy a castigar diciéndoos que la veáis. Las torturas cinéfilas cuestan años de psicólogo. 
Diez años después aparece El origen del Planeta de los Simios, recuerdo que era veranito y tenía ganas de quitarme aquella espinita burtoniana y fui a ver la cinta a cargo de Rupert Wyatt y la franquicia volvió a cobrar sentido.


Will (James Franco) es un científico en busca de la cura del Alzheimer, enfermedad que tiene su padre (John Lithgow). César es un bebe mono que Will decide criar en su cada después de que un incidente en el laboratorio ponga la vida del pequeño primate en peligro. César es muy inteligente, debido a que su madre estuvo sometida a los experimentos durante su embarazo. Desde la escena uno nos dejan muy claro que la especie humana es estúpida hasta límites insospechados y que el miedo nos hace reaccionar, a veces, de manera muy absurda. Creer que somos el animal más inteligente del planeta es demasiado suponer, así que con esta franquicia se abre el debate moral del trato que les damos a especies que creemos inferiores a nosotros, pero que se va a esperar de una especie que trata igual de mal o peor a sus semejantes. 

Debate moral a un lado, la película mantiene un ritmo bastante bueno y las interpretaciones de James Franco (sí, sí, increíble, pero cierto) y el grandísimo John Lithgow se ven muy bien acompañadas por unos efectos especiales que consiguen de manera muy eficaz la credibilidad del monete, sin olvidar, que tras sus movimientos está el eterno Andy Serkis (King Kong, Gollum). La película nos deja momentos bastante reseñables y que arrancaron más de una aplauso en la sala donde la vi por primera vez, como el sonoro NOOOOO! de César o la escena del Golden Gate. Una película que nos deja un buen sabor de boca y con muchas ganas de que este verano veamos a Gary Oldman en El amanecer del Planeta de los Simios.


P.S: decir que el visionado de la película fue el sábado a las 4 de la tarde, parte de un visionado conjunto a través de twitter organizado nuevamente por @CineCludDirecto y al que estáis tardando en seguir y en uniros a los visionados ;)

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